Geotecnia

La carga unitaria ejercida es una magnitud geotécnica que se refiere a la presión o fuerza que se aplica sobre un área específica del suelo o material geológico. Esta carga se expresa en unidades de presión, como kilopascales (kPa) o toneladas por metro cuadrado (t/m²). La carga unitaria ejercida es un parámetro importante en la ingeniería geotécnica, ya que permite determinar la capacidad de carga de un suelo o material y evaluar su comportamiento frente a diferentes cargas. Esta carga puede ser generada por estructuras, como edificios o puentes, o por cargas estáticas o dinámicas, como las generadas por el tráfico de vehículos o el paso de maquinaria pesada. Para determinar la carga unitaria ejercida sobre un suelo, se considera tanto la carga vertical como la carga horizontal que actúa sobre el área en cuestión. Además, se deben tener en cuenta las características del suelo, como su capacidad de deformación y resistencia, para evaluar su respuesta ante la carga y prevenir posibles fallos.

En geotecnia, la ceniza se refiere a un material fino y pulverulento de origen volcánico o generado por la combustión de materia orgánica. Posee una composición química compuesta principalmente por óxidos de silicio, aluminio, hierro y calcio. Su tamaño de partícula varía desde partículas gruesas hasta partículas muy finas, dependiendo de la fuente de origen. En el campo de la geotecnia, la ceniza se utiliza en la construcción de suelos y en la estabilización de terrenos, debido a sus propiedades físicas y químicas beneficiosas. Algunas de estas propiedades incluyen su capacidad de absorción de agua, su capacidad de retención de humedad y su capacidad de mejora de la compactación y estabilidad de los suelos. La ceniza también se utiliza en la fabricación de materiales de construcción, como el cemento puzolánico, debido a su capacidad de mejorar la resistencia y durabilidad de las estructuras.

El coeficiente de balasto, en geotecnia, se refiere a la medida de rigidez de un suelo o material geotécnico ante una carga aplicada sobre él. Es una propiedad que representa la capacidad del suelo para resistir deformaciones y transmitir esfuerzos en respuesta a una carga o presión ejercida sobre él. El coeficiente de balasto se expresa como la relación entre la presión o carga aplicada sobre el suelo y la deformación o asentamiento resultante. Se utiliza para estimar la respuesta del suelo ante estructuras o cimentaciones, ya que permite determinar cómo se distribuirán los esfuerzos en el suelo y cómo se producirán las deformaciones. El valor del coeficiente de balasto depende de las características del suelo, como su densidad, porosidad, contenido de humedad, granulometría y comportamiento ante diferentes cargas. Además, puede variar con la profundidad y la dirección en la que se aplica la carga. El conocimiento del coeficiente de balasto es fundamental para el diseño geotécnico de estructuras y cimentaciones.