Diccionario

La grava es un material granular compuesto por fragmentos de rocas, con tamaños que van desde los 2 hasta los 64 milímetros, según la clasificación geotécnica. Estos fragmentos pueden estar compuestos por diferentes tipos de rocas, como granito, caliza, cuarcita, entre otros. La grava se caracteriza por sus propiedades como su alta resistencia al desgaste y su capacidad de drenaje, lo que la hace adecuada para su uso en la construcción de estructuras y pavimentos. Además, debido a su tamaño, la grava permite la circulación del agua a través de los espacios entre los fragmentos, lo que contribuye a su permeabilidad y evita la acumulación de agua.

En geotecnia, un «grupo de pilotes» se refiere a un conjunto de pilotes individuales que están dispuestos de manera cercana entre sí, formando un grupo o conjunto. Los pilotes son elementos estructurales alargados, generalmente de concreto o acero, que se utilizan para transmitir cargas desde una estructura hasta el suelo subyacente. La formación de un grupo de pilotes se realiza cuando la carga que se debe transmitir supera la capacidad de carga de un solo pilote. Al agrupar varios pilotes en una formación cercana, se puede aumentar la capacidad de carga total del sistema, ya que los pilotes pueden compartir la carga entre ellos y reducir las tensiones individuales en cada pilote. La distribución y disposición de los pilotes en un grupo depende de varios factores, como las características del suelo, la carga que se debe transmitir, la geometría de la estructura y otras consideraciones geotécnicas. Los pilotes en un grupo pueden estar espaciados de manera uniforme o pueden tener una configuración más densa en áreas de mayor carga o donde se requiere mayor estabilidad.

En geotecnia, el término «hermético» se refiere a la propiedad de un suelo o material geotécnico de ser impermeable o no permitir el paso de fluidos a través de él. Un material hermético en geotecnia es aquel que tiene una baja permeabilidad, lo que significa que no deja pasar el agua u otros fluidos a través de sus poros o estructura interna. Esta propiedad es de gran importancia en la ingeniería geotécnica, especialmente en proyectos de construcción en los que es necesario evitar la infiltración de agua o la migración de contaminantes a través del suelo.