Diccionario

La acumulación aluvial se refiere a un proceso geológico en el cual se depositan sedimentos, como arena, arcilla, limo, grava, y rocas más pequeñas, en una zona determinada. Este proceso ocurre generalmente en ríos, arroyos y torrentes, donde el agua transporta los sedimentos desde áreas más altas y los deposita en áreas más bajas, formando así una acumulación de sedimentos aluviales. Estas acumulaciones aluviales pueden variar en tamaño y forma, dependiendo de la cantidad de sedimentos transportados y la velocidad del agua. En algunos casos, las acumulaciones pueden ser pequeñas y estar formadas principalmente por arena y grava, mientras que en otros casos, pueden ser más grandes y estar compuestas por capas de sedimentos alternados con rocas más grandes. La formación de acumulaciones aluviales es un proceso continuo, ya que el agua sigue transportando y depositando sedimentos a lo largo del tiempo.

En geotecnia, el término «acuoso» se refiere a un suelo o material geotécnico que contiene una cantidad significativa de agua en su composición. El agua está presente en los espacios porosos del suelo, llenando los vacíos entre las partículas sólidas y ejerciendo presión hidrostática en el material. La presencia de agua en un suelo acuoso puede tener un impacto significativo en su comportamiento y propiedades geotécnicas. Por ejemplo, el agua puede afectar la resistencia y la estabilidad del suelo, ya que puede reducir la cohesión entre las partículas y disminuir la fricción interna. Además, el agua puede causar cambios en el volumen del suelo debido a la compresibilidad y la expansión/contracción del suelo. Los suelos acuosos también pueden presentar problemas de drenaje y filtración, ya que el agua puede fluir a través de los poros del suelo, afectando la capacidad de soporte y la estabilidad de las estructuras construidas sobre ellos.

En geotecnia, el término «adherente» se refiere a un material o capa que se encuentra adherida o unida a otra superficie o material. En el contexto de suelos y rocas, un material adherente puede referirse a una capa de suelo, arcilla o roca que se encuentra unida o adosada a otra capa o superficie, ya sea por fricción, cohesión o fuerzas de adherencia entre partículas. Esta adherencia puede influir en las propiedades y comportamiento de la masa de suelo o roca, especialmente en términos de resistencia al corte, capacidad de soporte y deformabilidad. La presencia de un material adherente puede afectar la estabilidad de un talud, la capacidad de carga de una cimentación o la interacción suelo-estructura en un proyecto de ingeniería geotécnica.